Jasmila Žbanić, guionista y realizadora
EN EL CAMINO es su segundo largometraje, después de Grbavica, el secreto de Esma, ganador del Oso de Oro en el Festival de Berlín 2006, además del Premio Ecuménico y del Premio de la Paz, del Premio del Jurado en el Festival AFI (Instituto de Cine Americano) y del Gran Premio Odyssey del Consejo Europeo de Derechos Humanos.

Sus primeros documentales, vídeos y cortos se han visto en festivales y exposiciones en todo el mundo. Entre otros mencionaremos el corto Birthday, una parte de la película recopilatoria Lost and Found, que estudia la trayectoria de dos jóvenes, una bosnia y una croata; el documental Red Rubber Boots, acerca de la odisea de las mujeres bosnias en busca de sus hijos; y otro documental, Images from the Corner, acerca de una mujer gravemente herida en la guerra a la que no le queda más remedio que aguantar mientras un fotógrafo extranjero le hace fotos.Nació en Sarajevo en 1974, se licenció en Dirección Teatral y Cinematográfica en la Academia de Artes Dramáticas de esta ciudad. Antes de hacer cine, trabajó de marionetista en el Teatro Bread and Puppet de Vermont y como payasa en un taller de Lee Delong.

Desde 1997 produce con la sociedad Deblokada, fundada por ella.

En el camino
“Na putu” es la traducción literal del título original EN EL CAMINO. En bosnio significa ir hacia algo, pero también tiene un significado espiritual. Se usa para describir a una persona que debe escoger, que debe alcanzar una meta. La pareja formada por Luna y Amar está en el mismo camino de amor y vida en su unidad. Pero sus caminos divergen y deben empezar a tomar decisiones, no solo como pareja, sino como individuos. También usamos la expresión “na putu” para referirnos a una mujer embarazada, porque el niño está “en camino”.

Las condiciones de la maternidad
En “EN EL CAMINO”, Luna quiere tener un hijo con el hombre al que ama, pero puede decidir si se queda embarazada o no. En mi primera película, Grbavica, el secreto de Esma, la protagonista no tuvo elección. La violaron en un campo de detención durante la guerra. El pasado es importante en la vida de ambas, pero Luna debe tomar decisiones en el presente. Es consciente de su responsabilidad en cuanto a la relación, a sí misma y a su futuro. Desea tener un hijo con todo su ser, pero también le preocupa en qué condiciones y a qué precio. Es una decisión que debe tomar sola después de reconstruir su mundo.

Dos tipos de amor diferentes
Grbavica, el secreto de Esma y EN EL CAMINO son dos películas muy diferentes, que narran historias acerca de dos tipos de amor. Hasta he llegado a pensar que quizá deberíamos inventar una nueva palabra para diferenciar entre el amor de una madre por una hija y el de una mujer por un hombre. EN EL CAMINO es la historia de una pareja contemporánea en Sarajevo. Además de estar enamorados, Luna y Amar están unidos por el pasado, lo que refuerza aún más el vínculo existente. Los dos intentan que un pasado desgarrado por la guerra sea soportable en el presente. Mientras escribía el guión, me planteé los dos personajes como un solo cuerpo con dos partes muy diferenciadas. Tienen intereses en común, amigos comunes, pero los obstáculos diarios les hacen reaccionar de forma diferente. Quería explorar la necesidad de adaptarse al otro en una relación. ¿Qué conjunto de emociones, conocimientos, experiencias e imaginación dan forma a una relación? ¿Hasta qué punto la percepción del mundo que nos rodea afecta al ritmo de nuestros cuerpos cuando hacemos el amor?

Debajo de lo que se ve
Me interesan los personajes que parecen lógicos a primera vista, pero que esconden las duras experiencias de la vida en su interior. Me interesa el momento en que surge la historia, como una semilla del suelo. La historia de Luna y Amar transcurre debajo de lo que se ve. Luna es una mujer que ha sido capaz de encontrar un camino en el presente. Funciona de modo instintivo y ha sabido poner el pasado en su sitio, puede funcionar en el presente. Está convencida de que ha dejado los problemas atrás. No entiende lo que pasa cuando Amar empieza a cambiar. Intenta comprender que Amar quiera ser “un hombre mejor”, pero no puede aceptar que unas reglas “exteriores” organicen su vida. Debajo de la superficie, las capas del pasado de Amar sufren movimientos tectónicos cada vez que se enfrenta a un obstáculo en la vida diaria. Intenta dar una estructura a su vida y así poner orden en su interior. Pero la nueva estructura de Amar hace tambalear la armonía que había alcanzado con Luna. Cuando intenta arreglar el pasado con otras herramientas, obliga a Luna a enfrentarse a su pasado, a regresar por primera vez a Bjeljina, la casa donde nació y que la guerra la obligó a abandonar.

El islam en bosnia 
La mayoría de los habitantes de Bosnia-Herzegovina son bosnios musulmanes; parte son practicantes y otros simplemente han sido criados de acuerdo con las tradiciones islámicas. Tuve unos abuelos muy religiosos que rezaban cinco veces al día. Mis otros abuelos se consideraban musulmanes, pero no practicaban, y no prohibían el alcohol, por ejemplo. Aunque respetaban las tradiciones islámicas. La fiesta del Eid en EN EL CAMINO es más o menos como lo celebra mi familia. Mis padres eran hijos del comunismo y consideraban la religión como el opio del pueblo. A pesar de sus ideas marxistas, seguían participando en algunas fiestas y costumbres islámicas. Después de la guerra, los musulmanes bosnios que sobrevivieron al genocidio se encontraron en un campo yermo donde se habían masacrado las viejas ideas y los derechos humanos. Para muchos, la religión se convirtió en una manta agradable. Los bosnios se consideran europeos, pero la Unión Europea no está segura de que lo seamos. Si es así, ¿qué somos?

Un mundo más religioso
Numerosos estudios muestran que la religión ocupa un lugar mayor en nuestras vidas que hace diez años. Se dice que la civilización occidental no solo es cada vez más religiosa, sino también más de derechas y más puritana. Me he dado cuenta de que mucha gente de mi edad encuentra consuelo en la religión. Pero aunque la religión tiene un papel importante en EN EL CAMINO, no era mi intención hacer una película sobre la religión. El tema de la película es la forma en que la transformación religiosa de Amar afecta su relación con Luna. La actitud de esta última es a menudo crítica, pero tampoco he querido hacer una película contra el islam. Escogí el islam porque es la religión con la que estoy más familiarizada. Pero EN EL CAMINO seguiría siendo la misma película si un miembro de la pareja decidiera sumergirse en el más ortodoxo judaísmo, fundamentalismo cristiano o incluso Hare Krishna.

No dan la mano a las mujeres
Una vez, en casa de unos amigos, un hombre rehúso darme la mano. Me dijo que no daba la mano a las mujeres. Me sentí insultada. Pregunté por qué no daba la mano a las mujeres y me planteé por qué me ponía tan furiosa. Me dijeron que era un musulmán salafi y decidí documentarme acerca de esta relativamente pequeña comunidad en Bosnia. Me quedé sorprendida al descubrir que había ex punkies, antiguos drogadictos y también jóvenes de familias comunistas. Todos se habían integrado en la comunidad salafista por razones diferentes. Estos jóvenes me inspiraron para construir a Amar en EN EL CAMINO. El salafismo es un amplio movimiento musulmán a menudo llamado wahhabismo, una secta musulmana fundamentalista. Pero los salafis nunca se refieren a sí mismos como wahhabis e incluso pueden considerar el término como un insulto.

Prejuicios
Los medios han asociado con éxito al salafismo con el terrorismo, como es el caso del grupo fundamentalista Al-Qaeda, pero es incorrecto tachar de terroristas a todos los musulmanes que respetan la doctrina al pie de la letra en el mundo. Escogí a los salafis porque el prejuicio existente contra ellos me pareció el reto apropiado para la historia de una joven pareja en Sarajevo. Dado que la mayoría de bosnios son musulmanes, hay una pronunciada actitud anti-wahhabi en la región. Todo el mundo quiere dejar muy claro que no tienen nada que ver con el terrorismo aunque celebren la fiesta del Eid. Luna no esconde su antipatía por el amigo “wahhabi” de Amar y por su mujer velada. La periodista amiga de Luna es el perfecto ejemplo de la rapidez con que los medios pueden transmitir hechos y rumores.
Al igual que Luna, yo también tenía prejuicios. Intenté no imponer ideas y convencimientos que convirtiesen la película en propagandística. No estoy aquí para juzgar o defender el salafismo, el wahhabismo, el islam o cualquier otra religión. Quiero a mis personajes y dejo que sus personalidades guíen la historia. Me interesa más crear personajes realistas que políticamente correctos. Luna y sus prejuicios siguen sin fiarse, aunque intente comprender. Quiere reconocer que el contacto con los wahhabis ha ayudado a Amar a superar el alcoholismo. Pero no puede aceptar que su marido esté en manos de otros, ya no es suyo.
Cuando realizo una película, me sumerjo en un proceso de autoexploración parecido al de mis personajes. Para EN EL CAMINO, además de intentar entender la época y el lugar donde vivo, también me pregunté acerca de mi identidad y mis creencias.

La transformación de amar
Como muchos hombres en Bosnia-Herzegovina, Amar fue soldado, y el suelo se abrió bajo sus pies. Bebe para compensar el vacío creado por la muerte de su hermano, la guerra y las dificultades de la vida moderna. Es frágil e intenta encontrar sentido en lo que le rodea. Necesita confraternizar, apoyo masculino, protección, y encuentra todo eso en la religión. Por otra parte, el amor que siente por Luna también es muy importante. Quise explorar a Amar y su transformación. Descubrí que las transformaciones son muy rápidas si el vacío emocional es grande. Amar busca consuelo, alguna explicación y una identidad. La comunidad wahhabi le ofrece el sentido que buscaba, la paz, las respuestas y le hace sentirse parte de un grupo.

Conocer a los wahhabis 
Un amigo mutuo me presentó a un antiguo miembro de los salafi que, a su vez, me introdujo en la comunidad. Paradójicamente, ahora puedo afirmar que ser mujer me facilitó la comunicación con los salafi. Hablé con muchos miembros de la comunidad. Fui a mezquitas, hablé con teólogos y antropólogos. Tomé clases de religión. Hablé con las mujeres acerca de cómo se sentían, qué pensaban.
La diseñadora de vestuario consultó con ellas para escoger la ropa y los velos. El maquillador estudió las barbas de los hombres para poder copiarlas. Los decoradores trabajaron con los organizadores del primer campamento wahhabi para construir el campamento de EN EL CAMINO. Todo el mundo nos dijo que era un proyecto peligroso, pero no tuvimos ni una sola experiencia negativa al tratar directamente con los salafi.

El reparto se documenta 
Las actrices Mirjana Karanović, Jasna Žalica y Luna Mijović hablaron con mujeres salafi. Comentaron abiertamente sus vidas diarias, y las actrices las acompañaron a la mezquita. Los actores Leon Lučev y Ermin Bravo estuvieron en círculos salafis. Aprendieron a rezar y exploraron la profundidad de la vida en el islam. Ermin trabajó durante dos meses con un hafiz, un experto en recitar el Corán, para una escena de un minuto y medio. Recurrimos a miembros de la comunidad para asesorarnos en las escenas rodadas en la mezquita. Algunos de los hombres y mujeres que conocimos acabaron siendo extras en la película.

El campamento wahhabi
El campamento de EN EL CAMINO es una reconstrucción de un campamento wahhabi auténtico que se levantó en ese mismo lugar, en la orilla del lago Jablanica. Ha habido varios campamentos de verano de esta índole en la zona durante los últimos años. Para la reconstrucción, nos pusimos en contacto con los organizadores del campamento original y hablamos con personas que habían estado. Intentamos saber toda suerte de detalles acerca de lo que hacían, qué comían, cómo eran las tiendas, etcétera.
De hecho, las tiendas fueron un problema, pero por suerte conseguimos encontrar las tiendas originales, que habían sido vendidas cuando se desmanteló el campamento.
Mientras buscábamos una localización para el campamento, comprendimos que no había mejor lugar que el original a pesar de las enormes dificultades técnicas que planteaba. La carretera asfaltada más cercana estaba a cinco kilómetros, no había agua potable ni electricidad…

Un reparto “yugoslavo”
El reparto no solo es bosnio, sino croata, serbio y esloveno. La mayoría tuvo que aprender bosnio. Se esforzaron mucho y lo consiguieron porque son actores geniales. Zrinka es un océano sin explorar lleno de perlas, formas maravillosas, simas de emociones. Leon es un hombre increíble, entregado a su profesión, que interpreta a partir de la autoexploración. La riqueza, la visión única y auténtica de la vida de Mirjana Karanović siempre me sorprende. Ermin Bravo tiene un talento enorme, es dedicado y apasionado. Comparto un idioma y unas tradiciones con mis colegas “yugoslavos” porque procedemos de la misma zona cultural. La horrible experiencia de la guerra erosionó esta zona cultural y la gente se vio obligada a buscar otros referentes. No intento alejarme del adjetivo “yugoslavo”, aunque creo que ya es una forma extinguida; ahora trabajamos en un contexto más amplio. Colaboramos con otros países europeos, además de los países que formaban la antigua Yugoslavia. Ese es el futuro del cine en nuestra región