Gianni, el perfecto “amo de casa” recién jubilado, tiene demasiadas preocupaciones para perder el tiempo con romances.

Vive con su mujer y su hija en un pequeño piso de Roma. Ocupa los días paseando a su perro y al perro de su preciosa vecina, haciendo la compra, recogiendo la ropa en la tintorería y pagando las facturas bajo la supervisión de su mujer, mientras su hija y su novio, un vago sin trabajo que se ha instalado en casa, abusan de él descaradamente.

Su anciana madre Valeria, una burguesa con pinta aristocrática, auténtica reliquia de un pasado más glorioso, vive con una bonita chica de compañía en una casa rodeada por un precioso jardín. Desde su torre de marfil, dilapida los menguados recursos de Gianni en partidas de póquer, reparaciones y champán francés.

Un día, Alfonso, el mejor amigo de Gianni, le cuenta su más reciente aventura amorosa. Hasta ese momento, Gianni no se había dado cuenta de que los hombres de su edad llevan vidas paralelas. Incluso el viejo Maurizio, vestido con su eterno chándal, tiene una amante mucho más joven que él.

Alfonso decide que Gianni también puede disfrutar con las mujeres. Pero a pesar de todos sus esfuerzos, Gianni parece un viejo motor oxidado. Ha conseguido arrancar, pero tardará en adentrarse en el camino del romance.