Una historia familiar que transcurre en un solo día acerca de unos hijos adultos que regresan a casa para visitar a sus ancianos padres.
Hace décadas que los padres viven en la casa familiar. Su hijo y su hija regresan después de mucho tiempo para una reunión familiar y traen a sus hijos. Se reúnen para conmemorar la trágica muerte del hijo mayor, que se ahogó hace quince años.
La casa sigue siendo tan cómoda y espaciosa como antes; la comida que ha preparado la madre, tan buena como antes, pero todos han cambiado sutilmente. Esta es una típica familia desestructurada, unida por el cariño, el resentimiento y los secretos.
Haciendo gala de un delicado equilibrio entre el humor y la tristeza, Kore-eda muestra lo pesada e importante que puede ser una familia.