El beso, de Gustav Klimt, es uno de los cuadros más reconocidos y reproducidos del mundo, posiblemente el póster más icónico en las paredes de residencias estudiantiles desde Pekín hasta Boston.
Pintado en Viena hacia 1908, esta evocadora imagen de una pareja desconocida abrazada ha cautivado a los espectadores desde su creación con su misterio, sensualidad y deslumbrantes detalles dorados. Pero ¿qué se
esconde detrás del irresistible atractivo de esta obra? ¿Quién fue el artista que la concibió? A través de un estudio profundo de sus elementos distintivos —el oro auténtico, los intrincados diseños decorativos, el simbolismo oculto y el erotismo sugerente—, este documental nos transporta a la fascinante Viena de principios del siglo XX, una época de
intensos cambios culturales donde un nuevo mundo se enfrentaba al declive del viejo.
De la directora de Frida Kahlo y Mary Cassatt: Pintando a la mujer moderna, y de los productores de Vermeer: La mayor exposición de la historia, llega una película poderosa, apasionante y visualmente deslumbrante.