Alex, una joven actriz, es violada en una fiesta en Noche Vieja y no reconoce a su agresor. Cuando acude a su hermano Adrián en busca de abrigo y compresión, éste reacciona cuestionándola y presionándola.
Así, Alex se distancia de su hermano y de todo lo conocido. A lo largo de un año vive sola el asco, la vergüenza y la culpa. Adrián, consumido por la rabia, toma sus propias decisiones en un camino cada vez más oscuro, muy lejos de lo que Álex necesita. Mientras, ella interpreta al vengativo personaje de Medea y encuentra en el teatro la única forma de canalizar su dolor y su ira.