Después de la muerte de la tía Susana, su sobrina Ofelia se convierte en heredera de la vieja casa con la condición de cuidar a su mascota: un gato negro llamado Becker. Cuando se muda a la casa junto a sus amigas, el gato aparece misteriosamente muerto en el sótano y cosas extrañas comienzan a suceder en la casa.