El melodrama de Puccini sobre una diva volátil, un jefe de policía sádico y una artista idealista ha ofendido y entusiasmado al público durante más de un siglo. Los críticos, por su parte, han tenido a menudo problemas con el tema más bien sucio de Tosca, la franqueza e intensidad de su partitura y las oportunidades dramáticas que ofrece a sus protagonistas. Pero estos mismos aspectos han hecho de Tosca una de las pocas obras icónicas que parecen representar la ópera en el imaginario público.