Cornelio Wall Fehr Johan
NACIÓ EN CUAUHTEMOC, CHIHUAHUA, MÉXICO. AHÍ VIVE.
Yo me puse nervioso al principio pero luego la confianza me ganó y me sentí relajado. Cuando estoy con Carlos las cosas no se me hacen difíciles.
Para mí, filmar la película fue tener paciencia, conocer muchas personas y hacer amigos. Ahora creo que fue una muy buena experiencia, valió la pena sufrir frío, espera y desveladas. Después de tres meses de trabajar juntos todos salimos siendo amigos.
Cuando filmamos la historia no entendía lo que significaba, pero ahora que la veo, entiendo lo que vale el amor y la traición. Por eso creo que la gente que vea la película puede aprender a amar de verdad. La película habla sobre el mundo como es: un mundo traidor donde es difícil dejarse iluminar por el amor.
Cuando veo la película me siento extraño al verme reflejado en la pantalla. Yo siento que la gente se ve a sí misma en el cine como en un espejo.
Quiero dar gracias a mi familia, a mis padres, mi esposa Betty y mis hijos por el apoyo y la fuerza que me dieron para poder filmar, sobrepasar instantes difíciles y compartir los buenos momentos.
María Pankratz Marianne
NACIÓ EN ALMA-ATA, KAZAKHSTAN. RESIDE EN ESPELKAMP, ALEMANIA.
¡México es fabuloso! Cuando vi la inmensidad del cielo, la belleza especial de los lugares donde
hicimos el rodaje: ¡increíble! Necesitas conocer el lugar y respirar ese aire para entender por
qué los Mennonitas de ahí son tan diferentes a los de Alemania, donde yo vivo. Fue increíble ver cómo la gente del equipo, a pesar de venir de países distintos y no hablar el mismo idioma, podía llevarse tan bien y comunicarse a la perfección, a veces hasta sin palabras. Fue un honor y un placer trabajar con Carlos Reygadas. Aprecié en especial su determinación y su carisma.
Miriam Toews Esther
NACIÓ EN STEINBACH, MANITOBA, CANADÁ. VIVE EN WINNIPEG.
No soy actriz y no sabía qué esperar cuando fui a México a participar en el rodaje con Carlos; al final, fue una de las experiencias más increíbles e inolvidables de mi vida.
Carlos y todos los del equipo son muy divertidos, me apoyaron mucho, y los mennonitas de México son amables y corteses. Al principio todo era intangible, extraño e impredecible, como un sueño, y no me imaginaba cómo se iban a unir todos los pedazos sueltos. Después, vi una de las copias y me impactó muchísimo. Me di cuenta que Carlos sabía desde el principio lo que estaba buscando, tenía una visión, y que nunca había titubeado al hacer esta historia, llena de verdades muy emotivas, muy crudas y reales. Estaba completamente comprometido con la historia. Le tengo mucho respeto. Es un verdadero artista y un iconoclasta valiente.
A veces nos quedábamos echados en el campo varias horas o días, en el calor, esperando a que el cielo se transformara y se viera perfecto, y de repente sucedía y todos nos poníamos a trabajar. Fue muy bonito observar eso. Me conmovió enormemente la atención paciente y amorosa que Carlos le da a la calidad de la luz, o a una sombra casi invisible o una minúscula gota de agua que cae de una flor. Voy a extrañar ir a las locaciones, ver el paisaje o los cielos del norte de México, escuchar Cumbias, o lo que sea, beber mate, o nada más pensar con emoción en lo que va suceder ese día. Fue una experiencia muy intensa, muy sensual, y estoy muy agradecida de haber formado parte del equipo.