Elena y Vladimir se conocieron siendo mayores y cada uno tiene un hijo de un matrimonio previo. El hijo de Elena está en paro y debe pedir dinero a su madre para mantener a su familia. La hija de Vladimir se distanció de su padre. Vladimir sufre un infarto.
Dándose cuenta de que podría morir pronto, decide dejar toda su fortuna a su hija. De vuelta a casa, anuncia la decisión a Elena. La mujer, hasta ahora tímida y dócil, elabora un plan para que su hijo y sus nietos tengan una oportunidad en la vida.