En una pequeña ciudad alemana después de la I Guerra Mundial, Anna va cada día al cementerio a lamentar la pérdida de su novio Frantz, que murió en una batalla en Francia. Un día se encuentra con Adrien, un joven francés que ha ido a depositar flores en la tumba de Frantz y cuya presencia en un país que acaba de perder la guerra enciende pasiones encontradas.