Daniel sale de la cárcel después de largos años de encierro y regresa a Marsella. Sylvie, su expareja, le ha avisado de que es abuelo: Mathilda, la hija de ambos, acaba de dar a luz a la pequeña Gloria. Daniel quiere conocer a su nieta y descubre a una familia reconstruida que lucha con todas sus fuerzas para mantenerse en pie. Cuando el azar hace volar por los aires el frágil equilibrio, Daniel, que no tiene nada que perder, lo intentará todo para ayudarles.