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¿Dónde residía el reto al interpretar un papel como el de Lila?
En interpretar a una joven enamorada cuyo comportamiento sensual, incluso erótico, llega al límite de lo aceptado simplemente porque no sabe comunicarse de otro modo. Lila inventa una vida con la naturalidad de una niña que dice palabras sin conocer realmente su significado. Asume su imagen de Lolita, de chica fácil, de puta... No le parece grave, no se da cuenta. Sabe que no es puta, sabe muy bien quién es. De todos los hombres del barrio, sólo le interesa Chimo porque le parece diferente. Se lo dice claramente: “Me gusta tu mirada cuando te hablo”.
Físicamente, ¿cómo consiguió meterse en la piel de Lila?
Lila tiene 16 años. La pregunta era saber si sería capaz de interpretar a una chica muy joven, hacer mía la frescura y la inocencia de la adolescencia. Físicamente se exageró el aspecto rubio y angelical de mi aspecto. Pero una vez que me metí en el camino del personaje, la voz, los movimientos, el comportamiento encajaron con bastante facilidad.
Cuando Lila habla de “eso” con crudeza, en realidad está hablando de amor.
Claro, juega, experimenta sin segundos pensamientos. Detrás de estas frases chocantes, habla de amor. Tiende la mano a Chimo, lanza globos sonda, intenta saber qué piensa él de tantas provocaciones. Su lenguaje es doble y no hay que detenerse ante la mera fachada. Hay que mirarla a los ojos.
¿Qué escena le costó más?
No fue una escena, sino una frase: “Joder, Chimo, ¿no ves que te quiero?” De pronto, Lila se muestra tal como es, se desnuda de verdad. Poco importa si antes ha enseñado el culo, si ha dicho cosas atrevidas. Ahora está desnuda y vulnerable.
¿Cómo la dirigía Ziad Doueiri?
Soy muy instintiva, expreso lo que siento. En mi opinión, un actor es un vehículo, el director es el conductor. El vehículo puede ser más o menos sensible, pero el conductor debe llevarlo. Con Ziad no hacía falta hablar mucho, había una ósmosis absoluta. Estábamos de acuerdo a los pocos minutos de conocernos. Yo veía a Lila como una chica aérea, un poco inasequible. El resto vino solo.
Lila dice me hace pensar en Brigitte Bardot en “Y Dios creó a la mujer” porque usted se le parece y porque la película daba un primer paso hacia la liberación de la mujer.
Brigitte Bardot hizo evolucionar la mentalidad de la época, asumía su sensualidad y su libertad. Me parece que Lila es otra abanderada de la liberación femenina. De hecho, nunca tuve la sensación de haberme pasado, Lila es conmovedora y mantiene su integridad.
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Filmografía
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1997
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MARIE BAIE DES ANGES
Manuel Pradal |
1998
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PAS DE SCANDALE
Benoît Jacquot
VOLEUR DE VIE
Yves Angelo |
1999
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LE LIBERTIN
Gabriel Aghion |
2000
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BELLA CIAO
Stéphane Giusti
LES FANTÔMES DE LOUBA
Martine Dugowson |
2001
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VIVANTE
Sandrine Ray |
2003
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BLUEBERRY
Jan Kounen
SOLDADOS DE SALAMINA David Trueba |
2004 |
LE CADEAU D'ELÉNA
Frédéric Graziani
LILA DICE
Ziad Doueiri |
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