Tal es una joven francesa que vive en Jerusalén con su familia.
Tiene diecisiete años, la edad del primer amor, del primer cigarrillo, del primer piercing… Y también del primer atentado.
Después de que un terrorista se inmole en un café del barrio donde vive,
Tal escribe una carta a un palestino imaginario en la que expresa
sus preguntas y su rechazo a que solo pueda existir odio entre los dos pueblos.
Mete la carta en una botella que entrega a su hermano,
pidiéndole que la tire al mar cerca de Gaza, donde hace la mili.
Unas semanas después, Tal recibe la contestación
de un misterioso “Gazaman”.