Entrevista con el director Hirokazu KORE-EDA

¿Por qué decidió titular KISEKI (Milagro) a la película?
Cuando buscábamos una historia y decidimos centrar la trama alrededor del momento en que los “shinkansen” (trenes bala) se cruzan, fue la primera palabra que me vino a la cabeza. Es muy simple, pero me parece un buen título. Me sorprende que no haya una película japonesa que se llame “Kiseki”. Los niños, su forma de desenvolverse, el equilibrio que hay entre ellos fue realmente milagroso.

¿Qué significa para usted trabajar con niños?
Me gusta que no sean completos y que su presencia no sea totalmente equilibrada. Cuando filmo a niños en películas como Kiseki o Nadie sabe me hace pensar en muchas cosas. Empiezo a ver la sociedad a través de los ojos de los niños, de su existencia. Quizá se deba a que ahora soy padre. Todos los adultos que aparecen en la película se comportan como yo quisiera comportarme. Quiero ser un adulto que espera tranquilamente a que sus hijos vuelvan de sus aventuras.

La película desprende la sensación de un adulto abrazando a un niño.
Los lugares como la biblioteca o la oficina de la enfermera son refugios para los niños. En estos sitios, nadie les juzga ni dependen de sus notas escolares. La presencia de los abuelos dentro de una familia también es un refugio. Quería que los niños tuvieran un lugar donde relajarse y sentirse seguros. De pequeño, me caía muy bien la bibliotecaria y me convertí en un ratón de biblioteca. También pasaba mucho tiempo en la oficina de la enfermera (ríe).

¿Por qué le pidió a Shigeru KISHIDA, del grupo Quruli, que compusiera la música de la película?
Mientras escribía la escena en que los niños corren, se me ocurrió que quedaría bien un tema de Quruli. Así nació la idea, y después no me apeteció llamar a nadie más para hacer la música. Soy incapaz de explicar por qué, pero la música de Quruli y los niños encajan muy bien. Le pedí a Shigeru Kishida que viera la primera versión, aún sin cortar, y pareció gustarle. Al final, me dijo: “Ya tengo tres canciones para la película”. Luego vio la segunda versión, bastante más corta, pero su reacción fue categórica: “¡No!” Según él, el tiempo de los niños en la pantalla no debía depender de la manipulación ni del montaje realizados por adultos. Como estaba de acuerdo con él, decidí volver a la primera versión .

¿Qué obtienen los niños al final de su aventura?
En la escena en que todos corren por las escaleras de la estación de Kagoshima, Seinosuke, que da vida a Makoto, me dijo: “¿No puede hacer que el perro Marble vuelva a vivir para que sea un final feliz?” (Ríe) Le dije que no era un final triste. Koichi y sus amigos piensan en el mundo durante su viaje. Aprenden que aunque se pida un deseo, no significa que el mundo vaya a cambiar. Luego regresan a casa. Es probable que sus padres no vuelvan a estar juntos y Marble no volverá a vivir. También aprenden que te puede gustar alguien, pero que tú no gustes a esa persona. Si han aprendido que todo esto es parte de la vida, entonces crecerán como personas. Las emociones cercanas a la desesperación pueden ayudar a crecer. Personalmente, creo que ese es el milagro de la vida”.


Hirokazu KORE-EDA (Director – Guionista – Montador) nació en Tokio en 1962. Se licenció en la Universidad Waseda en 1987 y entró a trabajar en TV Man Union, donde se ocupó sobre todo de documentales. Ganó el Premio Galaxy al Mejor Programa por “However…” (1991); el Premio al Mejor Documental de la Asociación de Productores Televisivos de Japón por “Mou hitotsu no kyouiku” (Lecciones de una ternera) (1991), y el Premio Fundación Hoso Bunka por “Without Memory” (1996).

En 1995 rodó su primer largometraje de ficción, Maboroshi no hikari, ganador del Osella de Oro en el Festival de Venecia. Su siguiente película, Wandâfuru raifu (El más allá) (1999), ganó el Primer Premio en el Festival de los Tres Continentes de Nantes así como el Premio del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires. Se estrenó en 30 países y en 200 salas en Estados Unidos. En 2001, Distance fue seleccionada por el Festival de Cannes; y en 2004, Nadie sabe compitió en dicho festival, que otorgó el Premio a la Mejor Interpretación Masculina a Yuya YAGIRA, convirtiéndose en el actor más joven en ganar este premio. En 2006 dirigió la película de época Hana. En 2008 se estrenó Still Walking/Caminando, un auténtico éxito internacional que ganó varios premios en Europa y Asia. También en 2008 estrenó el documental de la gira de Cocco titulado “Daijobu de aruyo ni: Cocco Owaranai Tabi”. En 2009 rodó la innovadora película Air Doll, basada en las historias cortas de Yoshiie GODA. Recientemente se ha ocupado de un vídeo musical para el grupo pop AKB48.

Además de dirigir, ha producido películas de nuevos directores, entre los que destacaremos a Miwa NISHIKAWA.