ENTREVISTA
¿Puede hablarnos de su recorrido profesional?
Después de acabar el instituto en 1998, me matriculé en una escuela de cine de Santiago de Chile, pero enseguida abandoné las clases teóricas porque el programa no me interesaba para nada. Me hice con una pequeña cámara de vídeo y empecé a rodar todo lo que veía, desde las comidas en familia hasta los perros en la calle.
Participa en numerosas actividades artísticas, pero ¿ocupa el cine el lugar más importante?
Siempre he dibujado. Es un medio donde me siento cómodo. Empecé a tocar por placer, con mis mejores amigos, y de pronto la música ocupó un lugar primordial en mi vida. Desde mis comienzos hasta ahora, he participado en varios proyectos musicales y he grabado seis álbumes. Pero convertirme en realizador fue una sorpresa para mí. Fui a la escuela de cine porque no me gustaba nada más. Me pareció que estudiar cine sería menos aburrido que el resto. Después de ese año en la escuela, empecé a ir y venir entre Chile y Estados Unidos, buscando ideas. Escribí varios guiones, pero ninguno me convenció. Hasta que escribí el tercero no me quedé satisfecho.
¿Qué relación hay entre LA NANA y su historia personal?
Es algo que llevaba en la cabeza desde la adolescencia. Rodé un corto y publiqué un libro de fotos acerca de este mismo tema. Me criaron las nanas (criadas). Siempre había una o dos viviendo en casa. Vivir con ellas 24 horas al día deja una marca indeleble.
¿Cómo encontró a Catalina Saavedra? ¿Es una actriz profesional?
No es la primera vez que me hacen la pregunta y me gustaría poder contarle una historia más romántica, como por ejemplo que la conocí bajo un puente, que la llevé a casa, le lavé la cara y la convertí en estrella. Pero no fue así.
Catalina es una actriz profesional que ha trabajado sobre todo en teatro, y también en televisión, donde ha interpretado personajes cómicos. Había tenido un papel secundario en mi primera película, “La vida me mata”, y su excepcional talento me conquistó. Estaba convencido de que debía ser Raquel.
¿Cómo ha trabajado con ella?
Quedábamos en mi casa y leíamos el guión juntos. También buscábamos el tono de voz idóneo para el personaje. Luego imaginábamos cómo era Raquel físicamente. Catalina es mucho más ágil que Raquel, y es una de las cosas que trabajamos.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Ahora mismo estoy en Nueva York preparando una nueva película, “Second Child”, que contará la historia de un niño homosexual de ocho años que busca afecto.
¿Considera que hay una nueva generación de cineastas chilenos?
No me parece que haya una generación que hable con la misma voz o que haya creado un mismo estilo. Creo que hay diferentes personas que hacen películas totalmente diferentes, siempre ha sido así. Pero hoy en día es más fácil hacer una película, cuesta menos dinero.