¿Cómo conoció a Radu Mihaileanu?
Al parecer, para el personaje que interpreto en la película,
se inspiró en una frase que dije hace más de tres años.
Recuerdo que defendía a Israel al tiempo que denunciaba la
política de Sharon. Me emocionó que me dijera eso.
¿
Estaba al corriente de la situación de los judíos etíopes?
Es imposible ignorar su situación en Israel. Las imágenes
que se ven al principio de la película son del todo auténticas.
Recuerdo verlas cuando era joven. Los falashas lucharon para sobrevivir
y sufrieron mucho. Les costó mucho integrarse y los israelíes
no se lo pusieron fácil. También es verdad que su situación
actual es algo mejor que cuando llegaron a Israel hace 20 años.
¿
Qué le pareció la idea de evocar la suerte de los judíos
etíopes a través de una película?
Al principio me pareció un proyecto muy ambicioso y no acababa
de entender cómo Radu iba a realizarlo. Creo que es la primera
vez que se aborda el tema desde el punto de vista de la ficción,
pero Radu es muy humano y supe que no los traicionaría. ¿
Cómo ve al personaje que interpreta en la película?
Yael, la madre adoptiva, quiere sinceramente a Schlomo porque es
una mujer sin prejuicios. Al principio tiene miedo de que su familia
no le acepte y de no poder darle la educación que se merece,
pero aparta sus dudas y deja que el afecto ocupe su lugar. Me recuerda
a la Torá: Faraón ordena matar a todos los recién
nacidos judíos de sexo masculino, pero su hija salva a uno
de ellos y le llama Moisés. Me parece conmovedor que Radu,
sin darse cuenta, haya reinventado la historia de Moisés.
Gracias al amor de sus tres madres, Schlomo se convierte en un personaje
carismático.
Es una película muy carnal, táctil, que culmina con
la escena en la que Yael lame el rostro de su hijo.
Es una reacción visceral, nada más. Al principio me
daba miedo de que fuera algo excesivo, pero entendí que era
su forma de expresar sus emociones. La verdad, no hicimos muchas
tomas
para la escena, se imponía por sí sola.
¿
Qué piensa de la visión de Israel que se enseña
en la película?
Aunque cueste aceptarlo para una israelí, tuve la sensación
de que la visión de Radu es de lo más realista. Ha
sabido representar con mucha exactitud la estupidez de los extremistas
religiosos. También sabe poner el dedo en la llaga al mostrar
cómo se portaron algunos con los etíopes, tratándoles
como si no fueran personas.
Por otra parte, muestra que Israel hizo todo lo que estaba en su
poder para salvar a los judíos etíopes y llevárselos.
También habla de las dificultades que tuvieron los israelíes
más abiertos y más tolerantes para tenderles la mano.
Hoy, aunque siguen en una situación precaria, afirman cada
vez más su identidad. ¿
Cómo se preparó para el papel?
No tuve que prepararme en el sentido habitual de la palabra. El guión
estaba tan bien escrito, era tan detallado, que fue muy fácil
meterme en la piel del personaje. Sólo tuve que darle vida.
Además, era imposible rodar esta película sin sentirse
implicada desde dentro.
¿
Qué le han parecido los actores que interpretan a Schlomo?
Para mí, la selección de los tres actores fue un verdadero
milagro, sobre todo si tenemos en cuenta que los etíopes son
muy recelosos. Los tres me
conmovieron, sobre todo el más joven.
TEL AVIV STORIES de Ayelet Menahemi THE INHERITANCE de Amnon Rubinstein KADOSH de Amos Gitaï BELLA CIAO de Stéphane Guisti MISS ENTEBBE de Omri Lévy KEDMA de Amos Gitaï LA VIE C’EST LA VIE de Michal Bat-Adam ALILA de Amos Gitaï BALLI A TRE PASSI de Salvatore Mereu PAPA de Maurice Barthélémy
Roschdy ZEM
ENTREVISTA
FILMOGRAFÍA
¿Qué le atrajo del proyecto de Radu Mihaileanu?
La historia de los judíos etíopes y su desarraigo me
conmovió profundamente. Si traslado esta situación
a un contexto parisino, imagino que los emigrantes clandestinos que
llegan a París deben sentir lo mismo. También me atrajo
la idea de rodar en Israel. Me apetecía dejar la comodidad
de los rodajes parisinos e intentar entender un poco más ese
país del que se dice tanto para no decir nada.
¿
Conocía la situación de los falashas?
Algo había leído en la prensa, pero no sabía
nada de la “Operación Moisés”. Creía
que habían llegado a Israel por sus propios medios, no tenía
ni idea de por lo que habían pasado.
¿
Le sorprendió que le pidieran que encarnara a un israelí?
La entrevista con Radu fue muy natural y muy coherente. Además,
hace años que lucho contra la idea de que un israelí debe
ser interpretado por un israelí, y un bretón por un
bretón. En mi opinión, un actor debe ser capaz de interpretar
a cualquiera. Al leer el guión, no fue lo que me asustó,
si no el hecho de que debía aprender hebreo. Cuando llegué a
Israel, no me sentí como un extranjero, sobre todo porque
el hebreo y el árabe son dos
idiomas que tienen mucho en común.
Radu dice que su personaje es la encarnación de Israel, ¿está de
acuerdo?
Desde luego, es un hombre lleno de esperanza, un ser entusiasta,
con muchas ganas de vivir, que necesita mostrar su felicidad. Luego
viene la desilusión que refleja la situación israelí actual.
El país no sólo se enfrenta al conflicto con los palestinos,
sino a una auténtica crisis social. Me sorprendió hasta
qué punto, sobre todo los jóvenes, están hartos
de luchar y sólo desean vivir normalmente. Muchos se oponen
a la política del Gobierno, pero lo hacen de forma pasiva.
Puede verse en la imagen del país en mi personaje: la fuerza
y el deseo, el cansancio y la decepción.
¿
Qué le llamó más la atención durante
el rodaje?
Lo que más me sorprendió fue la amabilidad con la que
me acogieron. Nadie me recordó nunca mis orígenes árabes
y si yo lo hacía, solían decirme: “¿Y
qué?”.
También me di cuenta de que los israelíes son víctimas
de un gobierno para el que todo está permitido. El hecho de
ser de izquierdas y estar en contra de la guerra implica cierta marginación.
Defender la paz se asimila casi a un gesto antipatriótico.
Pasa lo mismo con los palestinos. Es peligroso defender la paz en
Palestina. Los dos pueblos son rehenes de sus dirigentes y de los
fanáticos religiosos.
LE PETIT LIEUTENANT de Xavier Beauvois CAMPING À LA FERME de Jean-Pierre Sinapi 36, QUAI DES ORFEBRES de Olivier Marchall T´INJA de Hassan Legzouli ORDO de Laurence Ferreira-Barbosa FILLES UNIQUES de Pierre Jolivet CHOUCHOU de Merzak Allouache MONSIEUR N. de Antoine de Caunes BLANCHE de Bernie Bonvoisin LA RAID de Djamel Bensala MA FEMME EST UNE ACTRICE de Ivan Attal CHANGE MOI MA VIE de Liria Bejeja LITTLE SÉNÉGAL de Rachid Bouchareb
SIRAK M.SABAHAT
ENTREVISTA
Háblenos de usted antes de la película.
Llegué a Israel en 1991, cuando tenía 11 años,
a través de la Operación Moisés. Estudié en
un internado en Kfar Saba y luego estudié Arte Dramático
en Haifa.
¿
Cómo conoció a Radu Mihaileanu?
Me presenté a las pruebas por un anuncio que mi madre había
visto. Me convenció de que lo intentara. Tuve la primera prueba
con Olivier Jacquet, el ayudante de dirección de Radu. Dos
semanas después conocí a Radu y mi vida cambió.
¿
Se identificó con el personaje de Schlomo?
He pasado por lo que él pasa en la película. Toda nuestra
comunidad pasó por eso. Su historia no es personal, retrata
a todos los etíopes que lo dejaron todo para llegar a Israel.
No sólo es una identificación mental, es física.
¿
Cómo se preparó para el papel?
A pesar de haber vivido los mismos acontecimientos que Schlomo, tuve
que trabajar muy duro para traer a la superficie los sentimientos,
las vivencias que había enterrado en lo más profundo
de mi ser.
¿
Cómo se llevaba con los otros dos actores que interpretaban
a Schlomo?
Teníamos una relación excelente. En cierto modo, me
convertí en su hermano mayor. Hemos trabajado mucho juntos
para construir el personaje de Schlomo ya que cada uno interpretaba
una edad diferente y era importante que fuera coherente. Los dos
tienen muchísimo talento y seguimos en contacto.
¿
Qué le parece la forma en que Radu Mihaileanu describe el
recorrido de los judíos etíopes en la película?
Estaba al corriente de todos los acontecimientos que jalonaron el
camino de los judíos etíopes, de todos los detalles.
Todo lo que muestra la película es verídico. Sólo
Radu podía hacer una película que fuera tan fiel al
recorrido y a la integración de nuestra comunidad.
¿
Qué le pareció el rodaje, fue muy difícil?
Fue muy intenso y trabajamos mucho, cada día era un nuevo
desafío. El hecho de que se trate de la historia de mi comunidad
me inyectaba energía. Luego, el ambiente era siempre muy bueno,
gracias a Radu y al equipo, a pesar de tener momentos difíciles.
Al parecer, iba al rodaje cada día, aunque no le tocase
trabajar.
Sí, iba aunque no tuviera que rodar. Tengo una relación
muy especial con Radu, es como si fuera mi hermano. Quería
estar a su lado para ayudarle en lo que fuera, con la dirección
de los niños que interpretan a Schlomo, con la figuración
etíope e incluso traduciendo del hebreo al amárico.
No quería limitarme a ser un actor, quería formar parte
del proceso creativo para poder contar la historia de mi comunidad.
Para mí, era muy importante ir cada día al rodaje,
ver con mis ojos mi historia y la historia de mi comunidad convertirse
en una película.
¿
Qué le llamó la atención del rodaje?
Para mí, ha sido una experiencia muy importante. Esta película
ha cambiado mi vida. No tengo ningún recuerdo en particular,
cada día me marcaba a su manera. Cuando pienso en el rodaje,
lo veo en su totalidad, no a trozos. Toda la película, de
principio a fin, ha marcado mi vida y sigue haciéndolo.