¿Cuál es el tema central de la película? Las mujeres tienen papeles muy importantes, sobre todo la madre. Casi podría titularse “Gianni, su madre y las demás”.
He intentado describir lo que siente un hombre cuando se da cuenta de que las mujeres ya no le miran como antes. El personaje de la madre, ciertamente, es muy poderoso. El personaje que interpreto es el hijo único de una viuda. Su madre ocupa un lugar importante en su vida. La quiere, habla de ella a menudo. Creo que muchos hombres mediterráneos sienten que sus destinos están dirigidos, en mayor o menor medida, por su madre.

El reparto, como en Vacaciones de ferragosto, está lleno de personajes excéntricos y realistas, sobre todo las mujeres. Todos ellos, incluso usted, usan su verdadero nombre de pila, como si no quisiera separar a los actores de sí mismos. ¿Puede explicarme por qué?
Ya que mis películas describen el día a día, siempre intento trabajar con actores que sean lo más “genuinos” posible, con personalidades exuberantes y una generosidad natural que traspase su interpretación. Por eso los actores usan sus nombres verdaderos. Hay una cierta continuidad entre la realidad y la ficción. Efectivamente, no quiero separar el personaje de la personalidad del actor. Es una técnica como otra, pero cuando funciona, me permite captar momentos extraordinarios.

En sus películas hay elementos recurrentes, aparentemente superficiales, pero que también podrían llamarse coprotagonistas. Me refiero a los platos, las comidas, las cenas, las copas de vino… ¿Son requerimientos narrativos? ¿Reflejan sus gustos personales o añaden un toque “casero”?
De niño aprendí a cocinar a la fuerza porque mi madre era una pésima cocinera. Con los años empecé a cocinar más en serio y ahora sigo cocinando para mi familia. Y claro, cocino con una copa de buen vino. Es parte de mi vida, por eso ocupa un lugar privilegiado en mis películas.

La película transcurre en el Trastevere, un barrio de Roma que no suele aparecer en la gran pantalla a pesar de ser el corazón de la ciudad. ¿Por qué escogió ese microcosmos urbano donde, de hecho, usted nació y creció?
Nací y crecí en el Trastevere, y me siento muy próximo al barrio. Los habitantes han cambiado con el tiempo, pero el ambiente sigue siendo mágico. Me gusta que mis películas estén cercanas a la realidad, e instintivamente escogí un mundo que yo conocía. No tenía pensado ningún otro, quizá porque no me muevo mucho.

Empezó tarde en la realización, pero su éxito fue inmediato. Sin embargo, fue actor de teatro, es un conocido guionista y ha trabajado en numerosas películas como asistente de dirección. ¿Su experiencia le ha influido a la hora de hacer cine?
Empecé en el teatro, luego pasé al cine. Hice muchas cosas y, como ha dicho, trabajé como asistente de dirección. Luego, dejándome llevar por el lado tímido e introvertido de mi naturaleza, empecé a escribir porque es una forma de participar en películas sin aparecer mucho. Más tarde, las circunstancias hicieron que volviera a salir a la luz. Desde luego, creo que toda mi experiencia previa aparece en mis películas.

Como actor siempre es el protagonista de sus películas. ¿Trabajaría para otros directores? ¿Hay guionistas con los que le gustaría trabajar?
De adolescente estudié dirección e interpretación en una escuela muy seria. Estaba entregado al estudio de algunas obras de teatro que consideraba sagradas. Pero cada vez que interpretaba a Hamlet o a Macbeth en clase, todos se reían. El profesor, Alessandro Fersen, apagaba el foco y me mandaba sentarme. Tardé meses en superar mi depresión. Pero al final del año escolar, Fersen me dijo: “No me desilusionas como actor, pero no puedes interpretar estas obras. Eres un cómico. No desesperes, un cómico puede hacer más cosas de las que se creen”.
Estuve años sin interpretar porque era tímido y no estaba tan enamorado de mí mismo como debe estarlo un actor. Pero por fin he entendido lo que me dijo mi profesor. Al igual que los actores que escojo para mis películas, me interpreto a mí mismo. Creo que si un director me escogiera para un proyecto suyo, sería capaz de entregarme con todo mi ser al papel. Pero tendría que ser algo que hiciera reír al público, eso sí.


Gianni Di Gregorio nació en el barrio Trastevere en Roma, donde sigue viviendo y trabajando. Su pasión por el cine nació cuando era niño. A la salida del colegio, veía hasta tres películas seguidas cada tarde en los cines del barrio.

Abandonó los estudios de Literatura Moderna e ingresó en la Academia de Arte Dramático de Roma para estudiar con Alessandro Fersen. Se licenció en Dirección Teatral e Interpretación.

Durante tres años trabajó en la compañía de teatro experimental de Fersen (así como en seminarios y talleres con las compañías de Bob Wilson, Grotowski, Kantor y Chaikin), experiencia que desembocó en el espectáculo “Leviatán”, invitado en el Festival de Spoleto 1976.

Después de tres años en los escenarios en calidad de asistente de dirección y actor, vio Malas calles, de Martin Scorsese, que le impactó profundamente. Dejó el teatro y empezó a trabajar en cine como asistente de dirección antes de empezar a escribir guiones.

Es el autor de los guiones de varias películas de éxito, como Sembra morto… ma è solo svenuto (Premio Fipresci en el Festival de Venecia 1987), de Felice Farina, y Giovanni Senzapensieri, de Marco Colli. En 2000 decidió que debía conocer a Matteo Garrone después de ver su primera película, Terra di mezzo, y fue su asistente de dirección en Estate romana, L’imbalsamatore y Primo amore.

En 2007 escribió, con Maurizio Braucci, Ugo Chiti, Massimo Gaudioso, Roberto Saviano y Matteo Garrone, el guión de Gomorra, dirigida por Matteo Garrone.

En 2008 escribió, dirigió y protagonizó Vacaciones de ferragosto, que compitió en la Semana Internacional de la Crítica en el Festival de Venecia 2008, donde ganó el León del Futuro (Premio Luigi de Laurentiis a la Mejor Ópera Prima) y con el Premio Francesco Pasinetti a la Mejor Película Italiana; además fue galardonada con el Premio Satyajit Ray a la Mejor Ópera Prima en el Festival de Londres; el Gran Premio del Festival de Cine de Bratislava y el Premio David di Donatello al Mejor Director Novel, entre otros .