Entrevista con Catherine Deneuve

¿Cómo conoció a Emmanuelle Bercot?
Nos vimos hace algún tiempo para un proyecto de adaptación al que terminó por renunciar. Pasaron varios meses antes de que me propusiera este proyecto. Había visto sus películas y me gusta lo que hace. Después descubrí su vertiente trabajadora, que también me gustó. Una actriz se siente mucho más segura al lado de una realizadora que trabaja duro. El tiempo es lo que más le falta al cine actual, tiempo para escribir, para preparar, para localizar. Cuando aún no estaba todo confirmado, Emmanuelle supo preparar la película sola. El rodaje fue duro, pero el trabajo realizado con anterioridad lo alivió mucho.

Emmanuelle Bercot habla de un ritmo de rodaje intenso.
Reconozco que al principio tuve un poco de miedo. No era la primera vez que rodaba en condiciones difíciles, pero nunca durante tanto tiempo y apareciendo en casi todos los planos. La primera semana incluso pensé que habría debido hacer una preparación más física.

Háblenos de Bettie.
Me gusta su curiosidad. Lleva tiempo viviendo en la rutina, desde que se quedó con el restaurante de sus padres para seguir la tradición. Es un establecimiento conocido, reputado, la comida es buena, hay que trabajar para vivir. Y un buen día, no puede más. Se para de golpe en la cocina, dice “Ahora vuelvo”, y se marcha. Se va de verdad. A partir de ese momento, es como si estuviera de vacaciones. Aparece su faceta más infantil, se para, corta tres flores, se siente liberada.

Es hija, madre, abuela. Los personajes tan completos no abundan.
También es una mujer capaz de mirar a un hombre tal cual. Ha conservado esa vitalidad en cualquier sentido de la palabra.

La escena en que busca cigarrillos es tronchante.
Sí, se nota que es capaz de cualquier cosa con tal de fumar. Me parece que no gustará a la liga antitabaco. Es una apología del tabaco.

La película es un homenaje a la actriz – con referencias a las películas que rodó con François Truffaut, André Téchiné, François Dupeyron –, y a la mujer.
No cabe duda de que hace pensar en Drôle d’endroit pour une rencontre, de François Dupeyron. EL VIAJE DE BETTIE tiene una faceta naturalista que puede evocar el cine de Truffaut y de Téchiné. Emmanuelle no me conoce mucho, no me ha visto vivir, no me ha visto con amigos, pero conoce mis películas. EL VIAJE DE BETTIE puede ser la suma de todas. Me ha imaginado en una historia que me parece precisa, atractiva, insólita, llena de vida y energía.

Trabaja con actores no profesionales, algo que nunca había hecho.
Lo había hecho en escenas muy cortas, pero nunca en toda una película. Me entusiasmó.

¿Improvisó mucho?
Aparte de la escena con el señor mayor que me lía un cigarrillo y la del granjero al que pido indicaciones, muy poco. El guión estaba muy bien escrito y Emmanuelle quería que se respetaran los diálogos. Hizo trabajar a todo el mundo en ese sentido, para que dijeran las palabras exactas y se metieran en los personajes.

La escena con el señor mayor es antológica.
Debía rodarla otro señor mayor, pero avisó que no podía, y Emmanuelle tuvo que encontrar a otra persona a toda prisa con las dificultades que implica trabajar con un actor no profesional. Hay que entender la escena, saber pararse en el momento oportuno. El señor mayor no lo entendía todo, pero cuando empezó a hablar, fue impresionante. Emmanuelle me había contado la historia de su novia, fallecida muy joven, que le hizo prometer que nunca se casaría. Se lo pregunté y empezó a contarlo. Ni siquiera me miraba, estaba en otra parte, en el pasado, le costaba liarme el cigarrillo por la artrosis. Es una escena increíble, nunca la olvidaré.
Quise ver dónde vivía. La granja parecía estar exactamente como hacía 200 años, los suelos eran de tierra batida. Probablemente tuvo muchas propiedades y gente trabajando para él, pero ahora está completamente solo.

Otra escena muy fuerte es la de su personaje con Marco, el chico al que conoce en el Rancho.
Hablé mucho con Emmanuelle. Las escenas de este tipo cuelan o se caen, no podíamos equivocarnos. Había que encontrar a un chico capaz de dar vida a los diálogos, con una gracia algo insolente, descuidada. Hicimos muchas pruebas. Todos los no profesionales son de las zonas donde rodábamos, pero Marco vive en París, es un chico único.

Da la impresión de estar siempre dispuesta a romper con su imagen.
No entiendo muy bien eso de romper con mi imagen. ¿Qué imagen? ¿La que enseñan las revistas cuando se estrena una película? Pero esa no es la imagen que tengo de mí misma en el cine.

Nunca duda en dar una oportunidad a jóvenes realizadores.
Se ha dicho que soy muy atrevida, pero me parece natural. Es mi temperamento, la curiosidad me empuja a hacerlo. Pero me pasa lo mismo en mi vida. Cuando llego a un sitio nuevo, sea para rodar o de vacaciones, tengo que ver la ciudad, recorrer los barrios antiguos, ir al café, al mercado. Funciono así. Me gustan las cosas nuevas, las propuestas nuevas, la gente nueva. A pesar de parecer disponible, soy una egoísta, hago caso a mi instinto, a lo que me apetece hacer.

Hablemos de la magnífica relación entre Bettie y el nieto al que descubre.
Nemo es el hijo de Emmanuelle y de Guillaume Schiffman, el director de fotografía. Para él significaba mucho estar en el plató de EL VIAJE DE BETTIE. Es un apasionado del cine y de la comedia musical. Estudia en un colegio donde aprende a cantar y a bailar sin dejar de seguir el curso normal. Lo pasamos muy bien trabajando juntos.

Bettie casi nunca se cambia de ropa desde el momento en que se va.
Emmanuelle y yo hablamos de la ropa y del peinado de Bettie. En el cine se tiende a olvidar el realismo cuando se trata del vestuario, y aquí me apetecía que no fuera así. Cuando Bettie se va, sale de la cocina. Hay que entender que no es algo premeditado, deja su trabajo y se marcha. No se lleva una maleta. Buscamos trucos para suplirlo. Es una mujer activa, parecía lógico que llevara una bolsa con un par de cosas. Estamos en Bretaña, también sería creíble que tuviera un impermeable y unas botas en el maletero. Pero debía quedar patente que viajaba sin nada.

El coche es otro personaje en la película.
Era esencial escogerlo bien. Es el coche con el que Bettie trabaja, lo usa para llevar comida al restaurante. Debía ser grande, pero no lujoso ni sofisticado. Es un buen coche que compró hace unos veinte años. Emmanuelle pidió que lo pintaran con un color menos fuerte.

Comunica una gran fuerza a su personaje.
Sí, Bettie no conduce un Twingo. Al principio del rodaje, Emmanuelle estaba preocupada, conducir e interpretar a la vez no es tan fácil como parece. La tranquilicé, conducir no se me da nada mal.

Se implica mucho en las películas que rueda.
EL VIAJE DE BETTIE, al ser una película rodada en su mayoría con actores no profesionales, es un caso muy especial. Pero me gusta hablar con el director antes y durante el rodaje. Quizá no me atrevía hace treinta años, aunque tenía ganas de hacerlo. Me parece una colaboración. Un actor ve las cosas de otra manera, está al otro lado. Pero eso no significa que me tome por la directora, ni mucho menos. Algunos están muy dispuestos a hablar, otros menos. Últimamente tengo mucha suerte.

Filmografía seleccionada

2013 DANS LA COUR
(Pierre Salvadori)
EL VIAJE DE BETTIE
(Emmanuelle Bercot)
2012 ASTÉRIX & OBÉLIX: AL SERVICIO DE SU MAJESTAD
(Laurent Tirard)
2010 POTICHE, MUJERES AL PODER
(François Ozon, nominada al César a la Mejor Actriz)
2009 LA CHICA DEL TREN
(André Téchiné)
2008 UN CONTE DE NOËL
(Arnaud Desplechin)
2006 EL ELEGIDO
(Guillaume Nicloux)
2004 OTROS TIEMPOS
(André Téchiné)
2003 UNA PELÍCULA HABLADA
(Manoel de Oliveira)
2002 OCHO MUJERES
(François Ozon) (Oso de Plata al Mejor Reparto)
2000 BAILAR EN LA OSCURIDAD
(Lars von Trier)
1998 PLACE VENDÔME
(Nicole Garcia) (Nominada al César a la Mejor Actriz)
1996 LOS LADRONES
(André Téchiné)
1992 INDOCHINA
(Régis Wargnier, nominada al Oscar Mejor Actriz – César Mejor Actriz)
1986 EL LUGAR DEL CRIMEN
(André Téchiné)
1984 PALABRAS Y MÚSICA
(Elie Chouraqui)
1980 EL ÚLTIMO METRO
(François Truffaut, César a la Mejor Actriz)
1979 POR NOSOTROS DOS
(Claude Lelouch)
1974 NO TOCAR A LA MUJER BLANCA
(Marco Ferreri)
1972 CRÓNICA NEGRA
(Jean-Pierre Melville)
1970 TRISTANA
(Luis Buñuel)
1968 EL AMOR ES UN EXTRAÑO JUEGO
(Alain Cavalier)
1967 BELLA DE DÍA
(Luis Buñuel)
1966 LAS SEÑORITAS DE ROCHEFORT
(Jacques Demy)
1964 LA CAZA DEL HOMBRE
(Edouard Molinaro)
1962 LOS PARAGUAS DE CHERBURGO
(Jacques Demy)