2012 | MI ENCUENTRO CON MARILOU (Jean Becker) |
2010 | FILS UNIQUE (Miel Van Hoogenbemt) |
2009 | IN GOLD WE TRUST (Eric Besnard) |
2008 | TODA LA CULPA ES DE MI MADRE (Cécile Telerman) |
CENA DE AMIGOS (Danièle Thompson) | |
2007 | HOME SWEET HOME (Didier Le Pêcheur) |
UNE CHANSON DANS LA TÊTE (Hany Tamba) | |
2006 | LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA (Julian Schnabel) |
HÉROS (Bruno Merle) | |
2005 | J’INVENTE RIEN (Michel Leclerc) |
2004 | NO ESTOY HECHO PARA SER AMADO (Stéphane Brizé) |
2003 | CASABLANCA DRIVER (Maurice Barthélemy) |
2001 | EL VIENTRE DE JULIETTE (Martin Provost) |
IRÈNE (Ivan Calbérac) | |
2000 | CHARMANT GARÇON (Patrick Chesnais) |
1999 | TE QUIERO (Manuel Poirier) |
1998 | CONFESIONES ÍNTIMAS DE UNA MUJER (Diane Kurys) |
1996 | POST-COITUM ANIMAL TRISTE (Brigitte Roüan) |
1992 | LA BELLE HISTOIRE (Claude Lelouch) |
1991 | DRÔLES D’OISEAUX! (Peter Kassovitz) |
1990 | PROMOCIÓN CANAPÉ (Didier Kaminka) |
1988 | LA LECTORA (Michel Deville) César al Mejor Actor de Reparto |
1984 | FEMMES DE PERSONNE (Christopher Frank) |
1981 | NIEVE (Juliet Berto) |
1979 | L’OEIL DU MAÎTRE (Stéphane Kurc) |
1976 | MONSIEUR ALBERT by (Jacques Renard) |
¿Cuál fue su reacción cuando Jean Becker le ofreció el papel?
Me llamó una mañana y me preguntó si estaba libre para rodar una película con él. Le contesté afirmativamente. Al poco me mandó un tratamiento y le llamé para decirle que entendía por qué había pensado en mí para el papel. Sentí que podía aportar algo a la película. Esa es la pregunta que siempre me hago: ¿Qué puedo aportar a la película? Pero también me pregunto qué puede aportarme la película.
¿Y qué puede aportarle MI ENCUENTRO CON MARILOU?
La película me complace como actor y como espectador. Y eso pedimos a la vida, que nos complazca. Claro que la noción de placer depende del gusto personal de cada uno, pero me pareció una película prometedora.
¿Qué le parece el cine de Jean Becker?
Me gustó especialmente Conversaciones con mi jardinero y La fortuna de vivir. Sus películas contienen una magia difícil de definir. Y aunque algunas carecen de personajes fuertes, eso no impide que el público se identifique con ellos. Siempre pensé que Jean Becker exploraba a los personajes en profundidad, y trabajar con él me lo ha confirmado. Es lo que caracteriza sus películas. La esencia de su trabajo, los cimientos, son los personajes, sus historias, sus encuentros. En MI ENCUENTRO CON MARILOU, Taillandier y Marilou no tienen nada en común. De hecho, si todo hubiera ido bien, jamás se habrían conocido, pero se encuentran y acaban descubriéndose, queriéndose incluso. Es un “estándar”, un género. Pero es excepcional por la forma, la sensibilidad que cada uno aporta a este encuentro. Por ejemplo, en Conversaciones con mi jardinero vemos a dos hombres que comparten una historia de lo más convencional. MI ENCUENTRO CON MARILOU es una historia de amor sin ambigüedades ni sexualidad. Un hombre que ya no es joven conoce a una adolescente y los dos se echan una mano.
¿Cómo definiría a su personaje?
Taillandier es un hombre que lo tiene todo, éxito, una esposa encantadora, unos hijos equilibrados y un hogar maravilloso. Además, es artista. Pero a pesar de todo lo anterior, ya no le interesa nada. La depresión no suele afectar a personas que pasan hambre o frío. No quiero generalizar, pero las personas que, teóricamente, no tienen por qué deprimirse son las que más se deprimen. A Taillandier no le preocupa la supervivencia, es un pintor consagrado. De acuerdo, está envejeciendo, pero todos lo hacemos. Y, de pronto, la depresión se apodera de él.
Pero tiene la fuerza suficiente para huir.
No necesariamente. Su idea es regresar a un lugar donde fue feliz de niño y acabar con su vida allí. Pero no puede hacerlo. A pesar de sí mismo, queda un resquicio de deseo de vida en su interior.
¿En qué sentido diría que está vinculado al personaje?
Los personajes son lo que el actor construye. Al principio se habla de un personaje deprimido. Yo no me deprimo, pero puedo imaginar lo que significa. Sé que puedo interpretar a un deprimido, meterme en los misterios de la depresión y en las reacciones correspondientes. Creo que todos los seres humanos estamos deprimidos en menor o mayor grado. El mero hecho de vivir en esta tierra, de estar vivo y saber que vamos a morir puede ser una razón para deprimirse. Buscar el placer también puede verse como jugar al escondite con la depresión. A menudo he interpretado personajes con problemas y me he sentido cómodo en su piel. Algunos tenían una faceta depresiva, otros estaban hartos y otros, cansados. Algo se había roto.
¿Cómo fue trabajar con Jean Becker? ¿Tiene una forma especial de rodar?
Creo que me entiende muy bien. Está muy cerca de los personajes que interpretan los actores, lo que significa que está muy cerca de los actores. Lo digo literal y figuradamente. Rueda con dos cámaras que coloca muy cerca y con las que intenta captar un máximo de reacciones. Nunca sacrifica una expresión a favor de la toma o del encuadre. Sabe perfectamente cuándo es falso. Aunque la fotografía de sus películas es una maravilla, y aunque las tomas sean muy detalladas, se centra totalmente en los personajes. Nunca les pierde de vista, no les deja escapar.
En la película, está casado con Miou-Miou y es amigo de Jacques Weber. Conoce bien a ambos…
He rodado cuatro películas con Miou-Miou y siempre ha sido un placer trabajar con una actriz tan maravillosa. Formamos una familia genial. Jacques Weber es un viejo amigo y hemos trabajado mucho juntos. Estuvimos en el Conservatorio. Estudiamos juntos y compartimos muchos recuerdos, pero es la primera vez que trabajamos en la misma película. Fue maravilloso volver a reunirnos.
Y conoció a Jeanne Lambert…
Creo sinceramente que nuestro encuentro en la vida real trabajó a favor de la película. Me gusta su forma de ser. Es especial porque tiene un gran corazón, es generosa, se fija en los demás y en lo que pasa a su alrededor. Da mucho de sí misma, lo que me parece muy importante. Nuestra relación se basó en el humor. Me metía con ella, le tomaba el pelo y fingía ser un viejo gruñón… un poco como mi personaje.
¿Cómo fue para un actor con tanta experiencia como usted trabajar con alguien que acaba de empezar?
Experimentado o debutante, no creo que cambie mucho. En cuanto a la capacidad de confianza mutua, estábamos en la misma onda. Nuestra relación se basó en intercambiar y compartir. Las herramientas que usó para expresarse como actriz me permitieron contestarle a mi manera, y creo sinceramente que fue un plus para la película. Los dos personajes estaban muy bien escritos desde el principio. Taillandier y Marilou podían basarse en el guión para crear una inesperada y extraña química. A veces le costaba y me interesaba ver su reacción porque estaba decidida a conseguirlo. A veces fue duro, pero supo defenderse.
¿Tenía ganas de rodar alguna escena en particular?
Me tentaban muchas escenas. La película me ofrecía una amplia gana de interpretaciones que correspondían a mis capacidades. Tengo un lado distraído, con la cabeza en las nubes y soy capaz de tropezar, pero también puedo ser duro, violento, irónico y resentido. Todos somos muchas cosas en la vida. Es verdad que puedo estar malhumorado, pero también puedo ser muy atento. Creo que soy un buen tipo. Un actor debe ser capaz de estudiar a su personaje y explorar las situaciones que ofrece el guión. Mi personaje pasa por muchas cosas diferentes hasta despertarse, hasta volver a sonreír. Por fin sonríe en la playa después de un tiempo de rebelión, de mal humor y de agresión. Y más vale no meterse con él porque se defenderá, lo que demuestra claramente que aún tiene vitalidad. No es que ya no le importe nada. Reacciona. No ha llegado al final del camino. Y acaba experimentando el amor. Disfruto interpretando sentimientos afectuosos. Y aquí tenemos un amor muy especial, no el amor habitual, paternal o sexual. Es un amor que le devuelve las ganas de vivir.
Pero hay sentimientos paternalistas…
Sí, porque es un hombre algo mayor que quiere acostarse temprano y que mira la vida con cautela porque conoce sus peligros, mientras que ella se comporta como la adolescente que es. Puede tomarse como un comportamiento paternalista, lo sé. Pero no creo que sea el caso aquí. Va más allá de lo carnal, ella le devuelve a la vida. Por eso lo llamo amor.
¿Qué representa este personaje en su carrera?
Algo bastante importante. Fui capaz de expresarme como actor de la forma en que necesitaba expresarme. El personaje lo hizo posible. Cuando se han hecho muchas películas, siempre es un placer poder explorar, llegar al límite del personaje mientras se intentan crear vínculos fuertes. Disfruté mucho haciéndolo. El placer fue inmediato, aunque a veces había preguntas, como suele pasar cuando uno participa en la creación de una obra. Siempre hay preguntas y dudas. Pero la sensación principal se traduce en una experiencia gratificante.
A la hora de crear el personaje, ¿estaba solo o le ayudó Jean Becker?
Siempre lo hago solo, pero me acompaña el realizador, su mirada. Hay una vertiente técnica en cuanto a la colocación de la cámara y otros parámetros de esa índole que pueden parecer elecciones de poca importancia, pero que son enormes dentro de la película. Y eso, desde luego, es parte de la visión del director.
Pero esta película es diferente a otras historias porque está propulsada por la visión de Jean Becker. No es un director que se limite a empaquetar una historia. Lleva mucho tiempo madurando la película antes de empezar a rodar. Nunca dejé de sentir su perspectiva durante el rodaje, y no se trata de una perspectiva anodina ni trivial. Jean Becker tiene una visión global de la historia y pide a los actores que contribuyan al proceso creativo. Siempre hace preguntas pertinentes: “¿Crees que el personaje haría esto en este momento?”, por ejemplo. Nos obliga a pensar en el momento adecuado. A continuación rueda algo diferente para que se pueda comparar y escoger. Significa trabajar con un realizador muy experimentado que comparte sus dudas e intenta encontrar respuestas con el actor. Me gusta trabajar así, me ayuda.
¿Qué cree que aportará la película al público?
Creo que esta película es una especie de cuento de hadas actual, una historia que sienta bien. Habla de personas que se van lejos para encontrar la paz, pero ¿por cuánto tiempo? Es una fábula que conectará con mucha gente, magníficamente filmada por alguien que sabe expresar a la perfección emociones reales.