“Un erotismo latente, una tensión permanente encierran
este historia íntima en alta mar. Kim Ki-duk, que antes de realizador
fue pintor, siempre ha cuidado la escenificación. Unidad de localización
y de acción. Una puesta en escena de lo más depurada en
la que hace arder toques de colores: un vestido rojo que anuncia la sangre
de la virginidad perdida, azul marino aterciopelado de un tejido, verde
claro de un viejo cojín”
Zurban Cannes - Bernard Genin
” Magníficamente rodada, jugando con los contrastes entre
las texturas y los colores gastados de la ruina flotante y el cuerpo
de la joven a punto de florecer”
Screen International - Lee Marshall
“ Técnicamente impecable. Asombroso uso de colores (el
vestido rojo de la chica, la ropa de boda) sin que nunca parezca saturado” Variety - Derek Elley
“ Vuelve a fascinar adosando más y más simpleza
a su cine poético”
Clarin - Pablo O. Scholz
“ Un relato lírico y minimalista que se ubica a mitad de
camino entre la belleza, los simbolismos y el rescate de la tradición
de "Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera"
La Nación - Diego Batlle |