Un pueblo perdido en la árida estepa de Mongolia fronteriza con China. Los habitantes se han ido poco a poco, cansados de luchar contra el avance del desierto. Unos cuantos se han quedado y plantan árboles con el jefe de la zona, Hungai. Pero nada puede detener el éxodo. Incluso la mujer de Hungai acaba marchándose.
Hungai se queda solo en su “yurt” y empieza a beber, sumido en el dolor y la desesperación...
...hasta que aparece Choi Soonhee, una refugiada norcoreana, con su hijo Changho. La mujer se adapta a las costumbres del desierto y también empieza a plantar árboles. Los tres dependen el uno del otro para sobrevivir en un ambiente tan hostil.
A pesar de no hablar el mismo idioma y no poder comunicarse con palabras, nace una profunda relación entre los tres.
También está Yorick, un soldado mongol perteneciente a la tropa destacada en la zona al que le gusta cantar y que traba amistad con Changho.
Pero nada es tan simple como parece...