Bio-Filmografía |
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Nació en 1962 en Jilin-Sheng, China. Actualmente vive en Pekín. Se licenció en la Universidad de Yenben en Literatura China. Empezó a escribir novelas y poesía en 1986. | |
2007 | SUEÑOS DEL DESIERTO (HYAZGAR) - 35 mm/color – 125’ Festival de Berlín 2007 |
2005 | MANG ZHONG (Grano en la oreja) - 35 mm/color – 109’ Festival de Pusan 2005, Premio a la Novedad Festival de Pesaro 2005, Premio Sección Nuevo Cine Festival de Cannes 2005, Semana Internacional de la Crítica Festivales de Vancouver, Chicago, Viena y Tesalónica 2005 Festivales de Róterdam, Sídney, Honk Kong, Seattle, Lisboa y París 2006 |
2004 | TANG SHI (Poesía Tang) - 35 mm/color – 86’ Festivales de Locarno, Londres, Vancouver y Hong Kong |
2001 | ELEVEN 35 mm/color – 14’ Festival de Venecia. Festival de Clermont-Ferrand. |
¿Cómo se le ocurrió introducir a dos personajes coreanos en la historia de un mongol que planta árboles en una estepa desértica?
Hay muchos refugiados norcoreanos en China, y me dijeron que también había en Mongolia. Cuando me enteré, intenté imaginar el viaje que hacen algunas personas para llegar hasta Mongolia. Desde Corea del Norte, es necesario cruzar todo el noreste de China, una distancia enorme. Me dolía el corazón solo con pensar en el esfuerzo necesario. Le sugerí a mi productor que rodáramos una película en Mongolia, país al que nunca había ido. Nos desplazamos hasta Mongolia y hablamos con la gente de allí; así nació la historia.
¿Qué significa la relación entre Hungai y la madre y el hijo coreanos?
Hungai decide quedarse en el desierto a pesar de que todos se van. Está decidido a salvar la estepa plantando árboles. Al contrario, la madre y el hijo se van. Quería mostrar la diferencia entre los que se quedan y los que se van.
La película puede verse como una fábula y una crítica política. ¿Cómo se le ocurrió mezclar dos elementos aparentemente tan dispares?
La historia habla de un hombre que no puede desarraigarse y de dos personas, una madre y un hijo, que representan el desarraigo permanente. Las dos situaciones me parecen igualmente dolorosas. En ningún momento intenté hacer un comentario político; no era mi intención criticar al régimen norcoreano. No tengo bastante información acerca de la situación política de ese país para hacerlo. Solo quería describir a dos personas cruzando un país que desconocen, por eso la película solo se ocupa de su viaje.
Los personajes tienen muchas dificultades para comunicarse ya que no hablan el mismo idioma. ¿Fue difícil rodar con actores mongoles?
Trabajé con un intérprete durante el rodaje. Pero intenté sentirme como un refugiado norcoreano a la hora de dirigir a los actores. El idioma es una maravillosa herramienta de comunicación, pero también es posible comunicarse sin palabras, usando el corazón. Entonces la comunicación es más directa, más simple y más humilde que cuando usamos un idioma.
Antes de ser realizador de cine, fue escritor. ¿Su experiencia como escritor ha influido en sus películas?
Para nada. No creo que haya una relación entre el cine y la literatura. El cine es cine, la literatura es literatura. A veces, cuando se me pregunta eso, digo, riendo: “Me divorcié de la literatura, ahora vivo con la imagen. No me pregunte por mi ex mujer, mi nueva esposa lo lleva muy mal”.
Entrevista con el director Realizada por Eunseon Lee-Segay el 24 de enero de 2007