¿Quedarse o irse? ¿Resistir o doblegarse? SUEÑOS DEL DESIERTO, fábula ecológica y filosófica, es una experiencia sensorial, una película casi muda en la que crujen los pasos en la arena y en la que soplan vientos furiosos. Las imágenes, carentes de cualquier folclore, destilan la belleza y la desesperanza del paisaje, al mismo tiempo que dan una importancia singular a rostros aparentemente impasibles. Esta magnífica reflexión sobre la condición humana dibuja con tonos pasteles azules y amarillos el paisaje interior de un ser terco, atado a un sueño imposible.
Apenas unas palabras y planos que dejan sin aliento nos hablan de la vanidad del ser humano, de la majestuosidad de la naturaleza, de la belleza de un corazón sencillo. Una obra de arte.
Es una obra coherente y singular.
Transmite algo de la cruel belleza del mundo, de la precariedad del deseo del ser humano, y lo hace con una dulzura insensible que debemos aprender a aceptar.
El realizador Zhang Lu ha sabido crear seres de carne y hueso, que respiran y tienen emociones. Un bonito viaje.